Las orugas procesionarias se han convertido en los últimos años en una plaga que amenaza a humanos y mascotas, sobre todo afectando a la salud de nuestros perros.
Estás de paseo con tu perro y te encuentras estas orugas procesionarias en el suelo. ¿Cómo reaccionarías? Si quieres saber cómo enfrentarte a esta situación y cómo evitarlas sigue leyendo.
Antes de nada, ¿qué son las orugas procesionarias y en qué se diferencian de otras orugas?
Las orugas procesionarias, también conocidas como Thaumetopoea pityocampa, son larvas de polillas que se alimentan de las hojas de los pinos y cedros.
A diferencia de otras orugas, las procesionarias están cubiertas de pelos urticantes que contienen una sustancia tóxica llamada «thaumetopoeina«.
Estos pelos pueden causar reacciones alérgicas graves en humanos y mascotas, con síntomas que van desde irritación cutánea hasta dificultad respiratoria. Además, si son ingeridas, pueden provocar daños en los órganos internos incluso la muerte.
Mantén a tu perro alejado de las orugas y evita el contacto directo.
¿Qué puedo hacer si mi perro entra en contacto con estas orugas?
Si sospechas que tu perro ha sufrido una intoxicación por una oruga procesionaria, es fundamental que lo lleves inmediatamente al veterinario. El veterinario realizará un examen y determinará el mejor plan de tratamiento.
¿Cómo puedo evitar las zonas infectadas con procesionaria?
Las orugas procesionarias comienzan a aparecer en el mes de febrero y está presente hasta abril. Sin embargo, debido al aumento de temperaturas, es posible que aparezcan antes.
Evita durante estos meses, dar paseos con tu perro por zonas con pino y cedro.
Actuar desde la prevención es la mejor solución
Si durante tus paseos encuentras zonas infectadas puedes llama al ayuntamiento local para informar sobre la presencia de orugas procesionarias. Ellos se encargaran de aplicar las medidas de control oportunas.
Además, tienes disponible de forma gratuita la funcionalidad de alertas de Doguify para avisar a otros dueños de perros en tu área y compartir información sobre la ubicación de las orugas.
Con la ayuda de todos podemos garantizar la seguridad y bienestar de nuestros perros y parar la plaga de orugas procesionarias que amenaza a humanos y mascotas.